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martes, 22 de diciembre de 2009

Cross Ciudad de los Poetas

¿Reconocen a este hombre?
Más información aquí.

La Agrupación Deportiva Ciudad de los Poetas organizó el pasado domingo 20 de diciembre el XXVII Cross de invierno Ciudad de los Poetas por la Dehesa de la Villa.

Podéis consultar toda la información técnica de la carrera en su página web. Los resultados y las fotos se publicarán también en ella.

Este año hizo mucho frío, pero al menos no había hielo como el año pasado y el sol y el cielo despejado pintaron una familiar mañana de domingo.

A mi me gusta mucho el cross. A pesar de las cuestas, no deja de ser tierra lo que pisas y correr entre pinos sigue siendo mucho más motivador que los coches y el asfalto.

La carrera del pasado domingo me recordó un poco a mi infancia, cuando decía el entrenador del cole: "el domingo hay cross", y daba igual el barro, la nieve o el frío, allá que nos íbamos todos.

Siempre queda algo de lo que aprendemos de pequeños, y tal vez por eso siga sintiendo que correr en un bosque, sobre tierra y no sobre asfalto es "correr de verdad".

Por desgracia tengo pocas ocasiones de correr en el monte, y carezco de la preparación física para la mayoría de las carreras por montaña que conozco, pero sigo pensando que ese es el lugar donde más me gusta correr.

Al fin y al cabo este deporte no ha sido un invento sacado de la manga, sino una consecuencia del instinto por sobrevivir: el hombre primitivo necesitaba correr para buscar su alimento, unas veces, y otras para huir de sus enemigos. Juan Mora explica también en su libro Correr que sobrevivían los seres más fuertes, con mayor resistencia, pues se trataba de correr más tiempo delante de sus presas hasta cansarlas y poder así cazarlas con mayor facilidad.
Reconozco y siento que hay mucho de ese instinto cuando corro, y cuando lo hago en el monte, más. Por eso mis lugares favoritos para entrenar son los Pinos en León y la Dehesa de la Villa en Madrid.
(La Casa de Campo también es un lugar inmejorable para correr, y que yo descubrí gracias a una carrera caótica (¡gracias, Santi!), sólo que me queda más lejos).

Esta tarde me despedí de la Dehesa hasta el año que viene, y espero correr por los pinos (León)unas cuantas veces estas navidades.

Os invito a disfrutar del monte también en invierno, bien sea para correr, andar, montar en bici, hacer fotos... Merece la pena.