Hoy he leido esta crónica que encuentro emocionante.
Es una primera experiencia en maratón en Atenas.
De aquí a mi primer maratón, que espero sea en Madrid, 2010, seguiré "coleccionando" experiencias, propias y ajenas, alrededor de esta distancia.
Hay muchos tipos de "maratones".
Correr uno siento que será el final de una etapa y tal vez el principio de otra.
Por eso pienso saborear el camino lo más despacio que pueda.
Hasta ahora sí está siendo "lento y dulce", como ya en alguna ocasión dije que debía ser. Dulce, desde luego. Lento, también, claro ;-).
Pensé que tardaría más tiempo en llegar "mi momento", pero ha habido dos ocasiones en las que mi "entrenador interior" me ha dicho que ya estaba cerca: uno, en el kilómetro 20 de la media de Madrid 2009, cuando por primera vez en una media pensé que "sí correría otras dos horas más" y dos, cuando fui a animar a quienes sabía correrían Mapoma este año. A punto estuve de sumarme a la carrera sin dorsal ni nada.
Luego vino mi amigo Gelo (el gran Gelo, ahora ya con blog y todo), a decirme que es la edición 33, que es la mía, que 2010 es también un buen número, y mi siempre-Pedrín (José, siempre serás Pedrín ;-)) apoyando a la causa. Para colmo en agosto cumplo 40 años (¡todavía no me lo creo, dios mío!, lo pongo en grande a ver si así...), así que DECIDIDO. Hay que correr ese maratón... y punto ;-)
En fin, hoy tocó "meditar"...
:-)