Seguidores

miércoles, 30 de julio de 2008

Carrera Popular El Arenal (Sierra de Gredos)

Sábado, 26 de julio, 19:00

8.600mts.

en El Arenal (Ávila),
sobre asfalto, pistas de tierra y grava y cuestas temibles entre pinos.

Tiempo: 51´27´´43´´


Menos mal que había sombras y estratégicos avituallamientos, especialmente los del final de las cuestas. También fue impresionante el calor del público: la carrera era el acontecimiento del pueblo y desde una hora antes de la misma ya había público “cogiendo sitio” con sus sillitas de camping y algunos hasta con las pipas. Sobre todo en las inmediaciones del pueblo fue impresionante la salida y la llegada con el pueblo abarrotado de público, haciendo pasillo y animando con un calor que te lleva a meta en volandas.


El avituallamiento, impresionante: sandía, cerezas (¡como estaban los cerezos, parecía un vergel!), zumos, bebidas isotónicas, refrescos… Y un sorteo que habían hecho con los dorsales de hasta 200 premios! Impresionante. La bolsa del corredor incluía tantas cosas que ni me dio tiempo a ver: dos camisetas, gorra, bolígrafo, cinta reflectante, revista runner´s, aplaudidores, colgante porta-llaves o móviles… Y con la inscripción, una invitación a la piscina municipal del pueblo. Lástima que cierren a las 20:00 y que esté algo apartada del pueblo, que si no… me voy directa a la piscina, jeje.
Dos minutos de silencio al comienzo, en memoria de un corredor del pueblo, sorpresa al ver a Darío Vico, compañero de mi segunda carrera en San Sebastián de los Reyes el pasado 12 de octubre, un placer conocer a Germán Fernández, nacido en abril de 1933 y el más veterano de la carrera, para verlo de nuevo ¡al día siguiente en Lavapiés! Jeje, el sobrino le decía, entre resignación e impotencia: “pero ¿mañana otra, tío?”


La carrera en sí me pareció durilla, corta, pero durilla. Comienza con uno o dos kilómetros cuesta abajo, el segundo de ellos con cierto peligro porque discurre en pista de tierra con piedras. Parecíamos potrillos comiendo el polvo del camino. Y luego vienen las cuestas en el bosque de pinos, la primera de ellas bastante matadora porque se hace muy larga. Menos mal, decían algunos que repetían que no hacía demasiado calor… Yo, como últimamente he aprendido, ya sin pensarlo en los avituallamientos, una botella para ducharme y otra para beber dosificándola. Si no es por eso desfallezco. Lo bueno es que también hay cuestas descendentes, lo cual se agradece para recuperar, y por supuesto unas vistas y un paisaje para disfrutar. Pero lo más destacado es sin duda el ambiente que se monta en el pueblo, parecía una pueblo tomado por los atletas, pero lo mejor, el público. La entrada en el pueblo durante el último kilómetro y medio fue apoteósica, porque no paraban los aplausos y los ánimos. De verdad, fue impresionante, me pareció estar en una competición profesional donde siempre entrabas el primero. Para quitarse el sombrero.


El comentarista y la música animaron mucho también. La zona de meta estaba vallada para evitar que se mezclara el público con los corredores. Lo único malo fue que si te salías del recinto vallado para recoger la bolsa del corredor y poder cambiarte ya no podías volver a entrar, así que si te apetecía otro trozo de sandía o una botella de agua tenías que esperar a que abrieran a todos, pero bueno. Entendimos entonces las “ansias” de algunos pillando cajas y haciendo acopio de todo tipo de viandas antes de salir. La verdad es que nos causó una impresión bastante lamentable ver a algunos corredores “atropando” bebidas de esa manera. Por cierto, que yo posé mi vasito de cerezas para cambiarme la camiseta y ¡voló! Es decir, a alguno le entró el ansia y hala, a atropar. ¡Que había de sobra, hombre!. Por cierto, las cerezas, exquisitas, si vais por allí en esta época no dudéis en comprar. Hay una cooperativa de cerezas a la entrada del pueblo (al lado de las impresionantes piscinas naturales), pero también las venden en algunos bares.
Más detalles en el blog de Abe

En fin, otra carrera para repetir, qué le vamos a hacer… a este paso, ya tengo hecho el calendario del 2009.
¡Saludos!