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martes, 1 de diciembre de 2009

30 de noviembre: 10k. Paracuellos del Jarama

Todos decían que llovería...


De camino a Paracuellos más de una vez recordaba cómo, cuando vivía en León, los vaticinios climatológicos fallaban una y otra vez, y en más de una excursión al monte había disfrutado de un día espléndido cuando "decían que iba a llover". Claro, dichos "vaticinios" se hacían de no sé qué manera desde no sé qué capital castellana que poco tenía que ver con la montaña leonesa...
Muy distinto a esta Comunidad madrileña, bien avenida ella, cuyas previsiones meteorológicas "siempre aciertan". Pero, bueno, siempre cabía el lugar a la duda...


Sin embargo, bien sabemos los que corrimos este domingo por estos lares que, una vez más, las previsiones se cumplirían religiosamente. Y, así, los afortunados que corrimos en Paracuellos pudimos disfrutar de lluvia fina, lluvia intensa, lo que popularmente se conoce como "jarreo contínuo" y hasta granizo. Bueno, o quizás "agua-nieve-fuerte"... El caso es que nos mojamos, vaya que si nos mojamos...


Llego al Polideportivo y lo primero que localizo es el posible refugio para Julieta y Donato, que tuvieron la osadía de acompañarme en un día bastante poco propicio para el público. Bueno, me quedo tranquila, al menos tendrán dónde esperar durante la carrera...

Ambiente dentro del Polideportivo una hora antes de la carrera.

Las personas con chubasqueros amarillos eran voluntarios de la organización. Había muchos, lo cual fue de agradecer, pues para los que veníamos por primera vez fueron de gran ayuda. Incluso en el arco de salida, refugiados bajo la marquesina del autobús, a 500 metros del polideportivo, ya había cuatro voluntarios ataviados de esta guisa para informar sobre la ubicación del Polideportivo, lugar para la recogida de dorsales, chips y ropero.
Instantes antes de la foto de arriba me había encontrado con Abe y Beatriz (EXISTE, ES CIERTO :-)), a quienes ya no volvería a ver más. Chicos, ¿qué tal os fue? Espero leeros pronto...


Me vuelvo al coche, donde me cambio y dejo la bolsa de repuesto (cuando llevo coche prefiero dejarla allí. De ese modo evito colas a la hora de recogerla y ocupo menos sitio en el ropero, pensando en los que han venido en transporte público, que lo necesitarán más). Y con un abrazo de excepción (el de Julieta) me voy muy contenta a disfrutar de la lluvia.

Nada más salir del Polideportivo apenas llovía. Faltaban cinco minutos más o menos para las 10:00, pero a los pocos metros del pretendido "calentamiento" se puso a llover animosamente.


¿Véis al hombre del chubasquero amarillo a la izquierda de la fotografía? No véis mal, no, lo que lleva delante es un carrito, con niño dentro, claro. Me costó trabajo darle alcance para devolverle una cosa que se le había caído, y al final tuve que llamarle para que frenase un poco.




Parecía que la lluvia "estaba ahí", al margen de nuestro objetivo.
Estaba claro que "unos cuantos" habíamos venido a correr y no nos íbamos a plantear otra cosa.
Yo me acordé de los entrenamientos en León de hace dos años, cuando tanto disfrutaba de la lluvia y Manolo García me regaló un disco precioso cuyo título me acompañó en muchos de aquellos entrenamientos.



Curiosa estampa de la "salida". Faltaba un minuto. Curiosamente, a la izquierda, los más "conservadores", a cubierto bajo la cornisa. A la derecha, los más intrépidos, "como si tal cosa", obedientes a "lo que toca hacer". Ahora hay que calentar, ¿no? Pues a calentar se ha dicho. Conste que yo me hice un par de rectas, pero cuando vi semejante "paredón" de corredores tampoco me resisití a hacer varias fotos. Dejo ésta como muestra.
Por este lado ya se empezaban a oir comentarios del tipo:

"Estamos locos, ¿eh?"

"¿Qué hacemos aquí?"

"Joer, hay que tener valor..."

Siempre en un tono positivo que en el fondo quería decir:

"Hemos venido a correr y nada nos lo va a impedir"



En uno de los ambientes de salida más ruidosos y divertidos en los que he estado (no he venido a la Sansil Vallekana de momento), busqué de nuevo a amigos que sabía estarían por allí: Abe, Beatriz, Óscar, Rosa... Pero no los vi.

Aunque apenas se aprecia, la lluvia no cesaba y los dos minutos de retraso con los que se inició la carrera hicieron que la impaciencia aumentase.

Aquí ya risas, comentarios entre desconocidos del estilo a los anteriores...

Pero un ambiente genial.

Yo creo que lo que más abundaba eran las risas,

entre miradas cómplices y atónitas, que nos hacían pensar:

"Bueno, no soy la única. Estos están, por lo menos, igual de locos que yo"


Quizás penséis:

"Bueno, tal vez cese la lluvia, no va a estar lloviendo así de fuerte todo el rato.

Diez kilómetros dan para mucho.

En una hora ya parará"
Jeje.

Esto es lo que empecé pensando yo, pero en seguida hubo "plan b"

(cuanto antes se afronte la realidad, mejor para todos)

Intentaré explicarlo con la mayor claridad para futuras ocasiones.

Mi "plan b" consistió en un cambio de objetivos radical:

1º. Como siempre, no lesionarme, así que ojo a no resbalar, sobre todo en las bajadas. Esta fue mi mayor precaución, por lo que curiosamente era en las bajadas cuando perdía más tiempo. No importa, nada de riesgos. Venimos a disfrutar, y queremos seguir corriendo el martes...

2º. Sorpresa: ¡charcos! Intentar evitarlos. Pero los saltos pusieron claramente en peligro el objetivo primero, así que, vamos a intentar esquivarlos. Concentrémonos en las rotondas, ojo a los charcos y a las "riadas" cuando subimos ligeramente.

3º. Visto que, dada la intensidad de la lluvia y las pocas intenciones que tenía de cesar, acabaríamos empapados, vamos a intentar mantener los pies mojados el menor tiempo posible, para lo cual, intentemos aplazar el "encharcamiento".

Y este fue más o menos el resultado:

km. 1 : 5´42´´ (me sorprende haber podido bajar de 6´) El público en la salida era bastante numeroso, para mi sorpresa. Se agradecen los ánimos y los gritos alegres. La verdad es que la salida fue una fiesta, yo iba riéndome. Lástima que no vi a Julieta...

km. 2: 5´38´´ Aquí ya empecé a notar el pie derecho mojado. Precaución.
km.3: 5´31´´¿es impresión mía o me está empezando a calar el chubasquero?

km. 4: 5´40´´Aprovecho las subidas para intentar acelerar. Lo contrario a lo que suele ser habitual, pero hay que recuperar lo que pierdo en las bajadas. Y no por hacer menos tiempo. Sobre todo por estar menos tiempo empapada.

Otra curiosidad: Pesan las mangas de la camiseta. Ya van chorreando.

km. 5: 6´20´´ Sonrío al coger la botella de agua. Es un poco paradógico, pero oigo la voz de Pedrín, que si estuviera aquí me diría: "Bebe aunque no tengas sed"

Oigo (esta vez es real, se oye a lo lejos) que llegan los primeros a meta.

Y yo, mientras, sintiendo el frío en la espalda. Uf, hay que acelerar, no se puede coger frío.

Se suma otro objetivo: no coger un resfriado.

km. 6: 5´25´´ Me planteo quitarme los guantes, total, ya están chorreando. Pero ¿para qué? Tal vez retengan algo de calor, al fin y al cabo.

Oigo comentar que la peor cuesta viene en el km. 7. Casi me alegro de que sea cuesta arriba, con tanta agua creo que son un peligro los descensos. Me da por pensar: "¿Y si en Mapoma jarrea así? ¿Voy a estar 5 horas bajo la lluvia? Ná, ya sería casualidad... Además, no va a estar 5 horas lloviendo sin parar... Quizás reparto camisetas entre amigos del público y me cambio durante la carrera..." Interrumpen estos pensamientos unos tambores que se oyen en la lejanía. ¿Premonitorios?

Bromeo conmigo misma pensando: claro, se ponen a tocar los tambores y cada vez llueve más, a quién se le ocurre...

Sin embargo, a medida que avanzo, empieza la pendiente. Y con ella los tambores se oyen más cerca. Y veo luces de dos coches de policía, al compás de los ritmos. Tambor, luz, tambor, luz, tan, tan, tan, tan. Acompaso el ritmo de mis pies a esa cadencia. Subo la cuesta del km. 7 (6´08´´)con una emoción in crescendo, y no puedo evitar gritar ¡GRACIAS! ¡GRACIAS! a los músicos, que en estos momentos no tienen precio. Me acuerdo de la dulzaina de mi madre en los últimos metros de la media de León, una inyección de energía que espero se pueda repetir.

Me hubiera gustado parar a hacerles una foto, pero los cuádriceps están tan fríos que duelen un poco, y tengo miedo a parar y que me dé un calambre, un tirón o yo qué sé. Precaución.

(De todos modos, tampoco pude hacer muchas fotos, porque con tanta lluvia... Así que aprovechaba cuando no jarreaba a tope para sacarla y que se mojara lo menos posible).

Los últimos 3 kilómetros son bastante más llevaderos. Sigue habiendo cuestas arriba y abajo, pero ya son más suaves. Llego al km. 8 en 6´22´´y compruebo que se podía tener más ropa mojada, hasta la más pequeña...

y al km. 9 en 5´56´´. Comprobado: ya tenemos TODO empapado.

Pienso: "menos mal que no es una media"

Está claro que este perfil no es para "hacer marca", y menos con lluvia, pero me gusta. Me gustan las cuestas, pienso que tengo que estar en forma para sentirme bien en esta carrera, efectivamente es "exigente", como anunciaba la organización en su página. Y pienso también que si la hubiera corrido en septiembre habría sido mucho más dura.

Se acerca el final, último kilómetro. Asomamos al Polideportivo pero nos desvían dando un rodeo de esos que no gustan. Prefiero que alarguen el recorrido por donde quieran, pero, hombre, llegar a ver la entrada frente a ti y tenerte que desviar a la derecha y callejear por detrás... aysssss, son unos últimos metros muuuuy largos. Pero lo que definitivamente hay que cambiar (lo sugiero a la organización) es el último giro antes de la subida de entrada a la pista de atletismo: es un cambio de sentido casi sin ángulo para girar, al final de un descenso para emprender el último ascenso. Es peligroso. Casi no hay espacio y obligatoriamente hay que frenar. Creo que un cambio de sentido requiere más espacio para que sea seguro.

Tras la última recta y cuesta arriba, entrada triunfal en la pista de atletismo, ahora cuesta abajo. Bueno, triunfal, triunfal...
Me adelanta una pareja con la que coincidí también en la salida, y al ver que saco la cámara, se ríe el chico y me dice: "sí, saca fotos, que esto si lo cuentas..."
"Sí, lo voy a contar", le contesto pensando en esta crónica :-)



Últimos metros sobre una pista a la que se adhieren las zapatillas como si tuvieran clavos, a pesar del ya más que "chof, chof", pero al menos aquí ya no da miedo resbalar. Y noto que viene alguien acelerando, con intención de adelantar. Claro, ¿soy "presa fácil" con la cámara eh? No sé qué me pasa, pero digo: "no, de eso nada, monada". Se despierta en mí esa parte competitiva que tenemos casi todos, bueno, más que competitiva, de dignidad y "justicia", o no sé qué absurdo me hace acelerar con cámara y todo para no "dejarme" adelantar en esos últimos metros. "Sorry, baby, después de esta odisea no me esprintas ahora" .


Total que llegamos al km. 10 (5´48´´) en 58´36´´según mi crono, con ganas de haber seguido corriendo, y de quedarme a hacer fotos, pero, uf, que fríooooooooo, mejor nos vamos a cambiar cuanto antes. Sólo queda cumplir el último objetivo: no coger el resfriado.


Oportuna "caseta" para el equipo de sonido.


Y oportuno "plástico" para que no nos falte megafonía y música a la llegada.

Se agradece también. Buen detalle.



Perfecta señalización de todo.


¿Fisioterapia también? Creo que no se pueden ofrecer más cosas a los corredores:

cobijo en polideportivo, con vestuarios, aseos, duchas, ropero, avituallamiento para todos en la bolsa del corredor, fisioterapia en salas separadas, con total "intimidad" y tranquilidad para los corredores, bar (caóticos, no lo visité, pero lo había, lo había), concierto de rock mientras se espera a que lleguen todos para la entrega de premios (yo lo oí desde la ducha), clasificaciones al finalizar la carrera, videos de la llegada... EXCELENTE, la verdad.



Cambiaría esto también: casi me quedo helada en la cola para entrar al polideportivo. La entrada, como véis, es demasiado estrecha. Hay que bajar unas escaleras de dos en dos, así que los que llegamos con más de 55´, un día como éste, empapados y con baja temperatura (observad el vaho por encima de las cabezas, parecíamos pollitos en la olla hirviendo, jeje) pues nos quedamos un poco fríos.

Pero, por lo demás, ya he dicho, ORGANIZACIÓN EXCEPCIONAL, con una atención al corredor muy buena, todo en su sitio, bien preparado, bien ordenado... En resumen, CARRERA RECOMENDABLE, especialmente si os gustan las cuestas, jeje.


Sorpresa casi a última hora: Óscar y Rosa, dos amigos de León,
Nos acordamos de lo amigos que corrían en Dragonte, esperando que no tuvieran esta lluvia en su caza del dragón.

Chicos, me hizo mucha ilusión veros, y también que utilicéis la bolsa de A.D. Corre 2.

¡Os espero en la próxima convocatoria!

Vista panorámica hacia Madrid a la salida de Paracuellos.

Al fondo a la izquierda, las torres de la Castellana, parte de la decoración de la camiseta conmemorativa de esta carrera.
(ver primera fotografía)

Bolsa del corredor: mochila, camiseta técnica de manga larga y guantes técnicos.
Además de la barrita energética, el donuts, plátano, manzana, bebida isotónica, refresco, y vale regalo de 10 euros en una tienda deportiva.
Esto unido a los 9.000 euros en premios demuestra que se puede organizar una buena carrera, con verdaderos "premios" para todos, sin que la inscripción de los corredores populares sirva sólo para "pagar" premios a "los tres primeros". (La inscripción costó 10 euros)
Se nota el apoyo económico de los patrocinadores y la buena colaboración del ayuntamiento.
Felicidades a todos, sobre todo a la organización y por supuesto a todos los intrépidos corredores que luchamos bajo la lluvia.

Los guantes me vinieron genial, por cierto, para protegerme del frío a la salida del Polideportivo y durante todo el día de ayer, día de "secado" (incluídas zapatillas, que aprovecharon la ocasión para pegarse una buena lavada).

La funda de la cámara aún sigue con humedad, pero ya secará...

Ha sido una carrera muy buena, me ha gustado mucho, también por la lluvia.

En días como éstos, en los que luchamos contra (o con, según se mire) los elementos, nos demostramos a nosotros mismos el alcance de nuestra afición, y las emociones que afloran, los sentimientos, los recuerdos, las asociaciones,

la lucha (esta carrera la viví también como una cierta lucha),

vienen nuevamente a recordarnos que para algunos de nosotros ésto es

mucho más que un "deporte".
***
Besos, saludos, salud y ¡suerte!
y, cómo no, A CORRER QUE SON DOS DÍAS :-)
***
POST-POST (por si fue poco ;-)):
Otras crónicas de esta carrera:
Los Pataliebre (en su última foto me han sacado persiguiendo al del carrito)