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sábado, 26 de septiembre de 2009

Nueva faceta: en bici al trabajo, primer día

Hola de nuevo.
Aunque madrugo un montón, me encanta ir en bici al trabajo, os lo recomiendo a todos, y después del trato recibido por diversos empleados de la red de cercanías de Madrid, más :-)) (jo, parece que me ha contratado Gallardón o Espe, pero nono, nada de eso)
Sé que cuando llegue el invierno igual la cosa cambia y tengo que ir en bus, pero de momento he combinado bici-tren unos cuatro días y me gusta mucho.
El primer día que llevé la bici, como ni controlo tiempos ni distancias (tengo un nuevo centro de trabajo, en una ciudad nueva, unas líneas de tren que no he usado antes, etc.), salí con CINCO HORAS de antelación (tenía sólo una reunión obligatoria a las 13:00), y fue una experiencia tan buena que no he dudado en repetir.
Mi preocupación era si me dejarían de verdad llevar la bici a esas horas en el tren (las 7:30, hora punta). Sabía que siendo una bici plegable sí se puede, pues si hay mucha gente a lo más que te pueden obligar es a plegarla del todo y listo, pero bueno, ya se sabe que a veces hay "sorpresas".
Cuando llegué a la estación, primera grata noticia: hay ascensor, ¡bien! y me cabe la bici sin plegarla ni subirla sobre una rueda, ¡bien!.
Bajo, salgo del ascensor, veo un guardia de seguridad mirando, paro (por si me echa el alto, al menos que no tenga que venir detrás) y me voy quitando casco, linterna, apagando la luz intermitente... dándole tiempo, vamos. Se acerca y al verme buscando con la mirada por dónde será, me indica los torniquetes más anchos. "Las bicis al fondo", me dice. "Bueno", pienso, "eso es que se puede llevar, ¡bieen!" Con la emoción me paso los torniquetes y viene detrás a indicarme: "no, no, por aquí, por aquí, con las bicis por aquí, PARA QUE NO SE DAÑE LA BICI". "¡Vaya!", pensé, "no sólo me dejan llevarla sino que además se mira el bien de la bici. Genial".
Algunas recomendaciones para "novatos":
1. Cuando montéis en una bici de las plegables, si estáis acostumbrados como yo a una de montaña de ruedas gruesas, no penséis que la sensación de que no va equilibrada es real. Sólo es eso, una sensación. Las ruedas son mucho más delgadas y pequeñas, la bici pesa mucho menos y la estabilidad es otra. Además, la posición del cuerpo es diferente. Yo di DOS pedaladas y me bajé a comprobar que no se había soltado nada :-))
2. Cuando tengáis que bajar por una escalera mecánica con ella, dos cosas: situaros cerca del sillín, por si hay que echarle mano y sobre todo: apretad al menos UN FRENO. Jobar, casi llegamos a la vía por separado, pensaba que no se me podía escapar, ya he llevado un carrito de niña, leñe, pero claro, el carrito tiene más ruedas, y más pequeñas y ¡menos distantes!. Aparte del peso del niño encima, claro... La verdad es que este punto de las escaleras mecánicas aún no lo domino, pero bueno... el otro día ya funcionaba el ascensor de bajada a la vía... ¡TODO UN LUJAZO!
3. Cuando circuléis por las aceras, mejor reducir la velocidad y sortear a los peatones que se encuentran "de cháchara" dando la espalda antes que hacer sonar el timbre. Se mosquean sin necesidad, te ponen mala cara y dudan hacia dónde apartarse... Mejor ni hacer ruido y cuando te vean ya has pasado. Al fin y al cabo, la acera es para ellos.
4. Las rotondas, mejor evitarlas. Uf, qué peligro...
5. Llevar un chubasquero siempre por si acaso. Tuve suerte el primer día, pero el segundo lo aprendí :-)
6. Llevar una camiseta de repuesto por si acaso, y ropa cómoda.
7. Buscad los torniquetes para sillas de ruedas o equipajes, por los otros no cabe ni plegando los pedales. Si tenéis abono transporte basta con enseñarlo a un empleado y las puertas se abren como si fueras un poli luciendo tu placa, jeje. Si no, pues lo mismo, sólo que lleva un poquillo más de tiempo.
Bueno, para el primer día no estuvo mal, sólo me rompí los pantalones en la entrepierna, pero es que eran de tela fina y estaban ya algo desgastados.
Es curioso, pero cuando salgo del trabajo y cojo la bici me encanta la sensación de que en ese momento acaba de verdad el trabajo y comienza el ocio. Cuando no voy en bici esa sensación no la tengo hasta llegar a casa y dejar las cosas.
Pues nada, a esperar el siguiente día de bici... :-))
P.D.1: se aceptan recomendaciones de expertos ;-)
P.D.2: GRACIAS, Pedrín & Co., me habéis hecho un regalo maravilloso, muacs.