El show empezó con el Gran Xuás y un pase de modelos único en su especie, exhibiendo los regalos recibidos con motivo de su
VIGÉSIMO SÉPTIMO CUMPLEAÑOS
(tal y como reza la tarjetita que mandó hacer en imprenta con una imagen de Maria Santísima de la Victoria de Sevilla tomada por él mismo durante la Semana Santa de este año. Increíble, lo sé, pero CIERTO),
a saber:
impresionante camiseta de baloncesto REVERSIBLE
(así, "cuando se suda por una lado se puede dar la vuelta", a sugerencia del de Corbillos),
toalla, cinta pelo y muñequera a juego, de modo que ahora ya podrá alternar su cinta de Barcelona 92 con esta nueva de una conocida marca deportiva, a juego con la camiseta también.
No sabemos si fue por la camiseta, por la cinta y muñequera, por los pantalones negros que se trajo hoy o por todo el conjunto, pero lo cierto es que dio un gran espectáculo baloncestístico. ¡Hasta metía canastas!
Lo malo es que a Blancanieves casi la tira al suelo de un hombrazo en un pómulo, menos mal que no dejó secuelas, a excepción de la marca de dos tornillos de las gafas junto al ojo, pero vamos, nada de importancia.
Y el pobre ingeniero recibió unas cuantas faltas un tanto bestias. Oye Xuás, que es tu amigo, hombre, un poco más de respeto...
Al final hicimos un equipo de cuatro contra cuatro (Blancanieves y otros 7, todo cuadra, jajaja), a saber:
Equipo azul: la Máquina Miguel (¡pillaba todos los rebotes, no se le escapa un balón al tío!),
José "en prácticas", el ingeniero magic (hoy metía todas, estaba fuerte el tío, lástima de lesión final) y Blancanieves (aguantando al ezequiel, qué paciencia la pobre).
Equipo rojo: el Gran Xuás (a machacar, que según él para eso había ido, jajaja, eso sí, ¡más guapo que nunca!), Gruñón (antes el ezequiel, pero él mismo ha pedido ser gruñón al bautizar a Blancanieves), el de Corbillos (hoy bastante comedido, yo creo que sería para compensar a los dos primeros, es que si no...) y el number one de las cestas, hoy con un flamante conjunto rojo y pelo crecido, también más guapo que nunca. Menuda destreza tiene con una sola mano, alucinados nos tiene, pilla el balón, regatea y mete unas bandejas preciosas...
La verdad, yo no llevaba cuenta de las canastas, con tantas risas... pero bueno, yo creo que ganamos todos. Eso sí, algunos pagando precios más altos que otros.
Porque en el partido, además de risas (muchas) también hubo palos, empujones, faltas verbales y "técnicas", pies, manos, acosos y derribos, y mucha, mucha "presión".
Pero, sin duda, lo peor del partido fue la lesión del ingeniero, momentos después de su vaticinio:
"no, si al final esto acabará en tragedia".
Hizo una mala pisada sobre el pie izquierdo que lo tiró al suelo con un intenso dolor que nos movió a todos en su auxilio.
Lo gracioso fue que los primeros en auxiliarle se fueron al pie derecho y, claro, como el ingeniero no podía hablar, sólo retorcerse el pobre, cuando recobró aliento, se le oye decir, levantando ligeramente la cabeza del suelo:
"es el otro, pero bueno", jajaja.
Una vez detectado el foco de la lesión, todo fue muy rápido. Bueno, todo no, rectifico, que quitar el calcetín también tuvo su "intríngulis":
"quita el calcetín; no, déjaselo;
bueno, ya lo quito yo"...
con los nervios Blancanieves no atinaba, jajaja.
El hielo vino rápido (ese invento es bueno, Xuás, sí señor, aunque no sea hielo de verdad, enfría y para los primeros momentos está genial).
Eso sí, perdía líquido, con lo que saltaron las alarmas de gruñón, que intentó meter miedo a Blancanieves una vez más, pero lo único que consiguió fue que metiera el hielo en el calcetín, porque el pie al ingeniero no se lo iba a soltar...
Y cuando ya se iba recuperando, el de Corbillos, también tirado casi en el suelo junto al ingeniero, primero para, entre risas, "animar" diciendo:
"pues al final tenías razón
que iba a acabar en tragedia, eh?"
y luego para ofrecerse a llevarlo a urgencias...
Gruñón también tuvo su acierto, todo hay que decirlo, con su antiinflamatorio.
Para resumir, menos mal que no perdió la consciencia, que si no, a saber qué hacemos con el pobre ingeniero... jajaja.
Pero bueno, tampoco estuvo tan mal,
consultado al lesionado, parece que la cosa no va tan trágica,
pues apoya el pie, no lo tiene tan hiper hinchado como parecía que iba a estar...
es decir, que se nos ha quedado un poco más lento, pero nada más.
Si acaso algo apenado por el reposo que le espera, pero por la conversación mantenida en directo con él, no ha perdido nada de su chispa, jeje.
¡Un beso, ingeniero!
Y ¡ánimo en tu recuperación!
***
Nota: las fotos son de Google, no os vayáis a pensar... jeje.
A ver cuándo llevamos una cámara, lo que pasa que a saber si son publicables...
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