
Es curioso el orden en el que los niños te pueden contar algo.
El orden y el modo.
Escucharlos sin interrumpir con nuestra lógica nos trae discursos como éste:
"Nos quitaron el sol. Bueno es que...
Se nos cayó el sol y nos lo tiraron.
Nos lo tiró la que limpia porque se cayó al suelo y la escoba se lo lleva.
Claro, Borja no le dijo: señorita, si se cae el sol no lo tire, por favor.
Tenemos que hacer otro,
le ponemos un velcro por detrás y así ya no se cae.
¿qué te parece?"
(Julieta, 21 de septiembre de 2010)
***
Ayer salí a correr sin sol y no estuvo mal.
En realidad toda la semana he salido a correr sin sol, porque últimamente salgo de noche, así que es fácil.
Pero ayer, por la mañana, nos quitaron también el sol, y nos dejaron el cielo blanco, y el ambiente húmedo pero no frío, en uno de esos típicos días de otoño que anuncian el invierno y en los que se corre tan bien.
Volví a la Dehesa.
No cantaban los pájaros.
Apenas paseaban algunos, pero sí me crucé a varios corriendo.
El día era propicio.
Hoy, 14 de noviembre, miro el historial del garmin, por curiosidad: 14 horas corriendo en los últimos 30 días, 137 kilómetros y pico, a unos 9.3 kms./hora.
Me sigue pareciendo poco. Y lento.
Pero el jueves conseguí un poco de regularidad por debajo de 6´/km. en 7 kilómetros. Tal y como vamos últimamente, no está mal.
Sobre carreras, nada que ofrecer.
No las busco, ni me buscan. Sólo las caóticas y esperando las san silvestres.
La próxima, la caótica del 12 de diciembre, Valdelatas, y pincho en el psiquiátrico
(¿?, no comment, :-)))
El sábado pasado intenté renovar las saucony en una oferta incluyendo la inscripción al mapoma, pero no había mi talla. Habrá que esperar.
Bueno, vamos a ver cómo andáis por ahí, que últimamente tengo poco tiempo libre para leeros y contaros...
Besos, suerte y ¡a correr, que son dos días!