¡Vamos, España!

En esta etapa "ultramaratoniana" suelo contar básicamente las mejores experiencias que puedo compartir, momentos buenos, encuentros felices, experiencias positivas... Prefiero apoyarme en eso que dar la chapa con lo negativo, aunque imaginaréis que también existe, claro. 

Desde la última entrada, "desde el hospital", llegó el fin de semana y lo mejor fue asistir con Julieta a una carrera que pasaba cerca del parque del Oeste, por el Paseo de Ruperto Chapí, por donde pasa también el Mapoma. Era el trofeo de S. Antonio y lo pasamos bien viéndola. No había muchísima participación y el público era escaso, así que Julieta tuvo tarea con las palmas. Realmente estoy viendo las carreras ahora de una forma muy diferente. Veo los aplausos a los primeros y primeras, parece que importan los 3 primeros y las 3 primeras y los que vienen detrás, son "el resto". Me da un poco de pena ver esto, y me dio tiempo a meditar en muchas cosas.

Desde ese día ya hasta prácticamente ayer he tenido unos días un poco duros porque vinieron unas taquicardias inesperadas que me llevaron al hospital el pasado fin de semana. Me acordé mucho de nuestro amigo Eugeni y me daba ánimos pensando que su batalla había sido más dura. Como estaba con las defensas bajas, ya no me dejaron salir, así que vimos un poco la tele y nos alegramos con el partido de Portugal.

La buena noticia es que parece que el corazón está bien, no han visto nada de momento (falta el resultado de una prueba) y se ha recuperado de las pulsaciones, así que poco a poco intentaré retomar el ejercicio que venía haciendo hasta la próxima cita en el hospital.

La mala noticia es que me han retrasado el 7º ciclo una semana, para que me recupere bien, con lo que se retrasará el final de este "ultra" al menos una semana.

Con ello, agosto se me está acortando, pero para animarme he iniciado una nueva cuenta: hasta ahora iba contando los días (llevo 123) de manera ascendente. Ahora estoy contándolos también en una cuenta atrás, con una fecha referente en el 14 de agosto, con lo que me quedan... 54 días. ¿Será verdad? Ojalá.

Y, mientras tanto, hoy otros 90´ entretenidos y con una nueva esperanza en el grito de los últimos días:

¡Vamos, España!

;-)